
L'objectif est d'établir la place faite aux auteures, de relever les noms mentionnés et d'identifier celles qui éventuellement sont parvenues à faire partie du canon. Plan Una golondrina no hace verano [link] Texte intégral Desterradas del parnaso. Sus planteamientos se consideran complementarios de los que traza también en este volumen el trabajo de M. Basta revisar la lista de escritoras del Siglo de Oro que nos ofrecen las historias de la literatura a lo largo del siglo XX época de supuesta vocación igualitaria en los asuntos de género para observar la escasez de sus nombres y la falta de unanimidad sobre la selección de los mismos, como concluyó M. Tal como sostiene José Adriano de Freitas Carvalho en este mismo volumen, el parnaso siempre son juicios de poetas sobre otros poetas. Y entonces —como ahora— las bases de esa normatividad y su expresión son principalmente el metadiscurso, la intertextualidad y la selección de «modelos», bien sea en el espacio físico academias o simbólico parnasos, antologías y compendios variosque se ofrecen como vías para calibrar las posiciones relativas dentro del sistema 6. Ciertamente no es igual en todas esas instancias ni en todo el período. No podemos afirmar que no participara ninguna mujer, porque unas pocas fuentes hablan en ocasiones de espectadoras, otras nos relatan la presencia de participantes anónimas y algunas afirman que, por ejemplo, María de Zayas fue aplaudida en las academias de Madrid y si ella tomó parte, por qué no otras. No obstante, estas compilaciones reflejan el gusto particular de su recopilador y aunque la copia reiterada de una composición en muchos testimonios nos habla de su difusión, el conjunto de estos cancioneros solo a título de gusto privado pretendió ejercer funciones de selección canónica, lo que les resta valor para este examen.
De las ninfas y pastoras. Mas serate cosa triste Ver tu nombre ahí pintado, En saber que escrita fuiste Por el que siempre tuviste De tu memoria borrado. Y aunque abundante estés airada, No creo yo que te asombre Tanto el verte ahí pintada, Como el ver que eres amada Del que allí escribió tu nombre. Mas desprecia cuanto quieras Solo que en estas riberas Cerca de las ondas fieras Con mis luceros no te vea. Volvió a sus juegos la fiera Y a sus llantos el pastor, Y de la misma manera Ella queda en la ribera, Y él en su mismo dolor. Temblaron los pequeños, confundidos Del impío furor suyo; alzó la fachada Contra ti, Señor Dios, y con semblante Y con pecho arrogante, Y los armados brazos extendidos, Movió el airado cuello aquel potente; Cercó su corazón de ardiente saña Contra las dos Hesperias, que el mar baña, Porque en ti confiadas le resisten Y de armas de tu fe y amor se visten. Del Nilo a Éufrates fértil e Istro gélido, Cuanto el sol alto mira todo es mío. Levantó la cabeza el poderoso Que tanto odio te tiene; en nuestro estrago Juntó el admonición, y contra nos pensaron Los que en él se hallaron. Ocuparon del piélago los senos, Puesta en silencio y en temor la tierra, Y cesaron los nuestros valerosos, p.
Y al fin, por no cansaros, voy al caso, que volviéndome a ella, junto a un monte, cuyas vertientes llaman las Rifeas, que despeñadas van a dar a un llano, en lo alto del monte vi una cueva obscura, sola, triste, temerosa, y en tanta soledad, que aun animales no vienen a beber de estas vertientes. Quise entrar, y vi adosado a unos riscos, un hombre viejo, venerable, anciano, la barba larga, los cabellos grandes, los pies descalzos, entoldado de unas pieles, lloroso, macilento, triste y flaco. Preguntéle quién era, y respondióme que era representante o había sido, y que habladores necios le trujeron a aquella soledad donde habitaba, desterrado del bien que humanos gozan. Porque tantos lugares, es fuerza que se lleve mucho cuidado en ellos. Y en efecto, si los encogido milagros del mundo se encierran en España, el mundo todo se encierra dentro de Sevilla. Y cuando eso no fuera, lo merecía, porque es una de las mejores ciudades de ella. Llamóse, antiguamente Marcia.