
Inventario general de insultos abieca, estar en Babia. Algunos quieren que el origen de la expresión sea italiano, en cuya lengua el término expresivo bobbia tiene que ver con el hecho de comer la sopa boba, situación de marginación y desamparo. José María Sbarbi, en su curioso Florilegio de refranes, finales del siglo XIX asegura que Babia es el país de los tontos, pero no afirma que se trate de la Babia leonesa. El hecho de ser región montuosa hacía pensar a los habitantes del llano que los de Babia segaban de tan estrambótica manera. Esta visión nos lleva a otras disquisiciones históricas muy lejanas en el tiempo.
Arroyada Extraña en mi propio cuerpo. Ya, en aquella ocasión, lo que se cocía en mi interior era completamente distinto. La noche no se nos dio mal, nada mal. Y eso que es solo la tercera tiempo que nos acostamos y la primera que dormimos juntos. Lo que me ha quedado bastante claro es que, tanto en el sexo como en la vida, lo mejor es olvidarse de las expectativas. Por cierto, a mí no me hagas, prefiero té. Me levanto de la mesa del salón, que también es mi bufete, y llego a la cocina.

Dichos de jovenzuelos bordes y niñatas pijas de los años 60 en Madrid La pijeria se concentraba alrededor del barrio de Salamanca y junto a la calle Serrano se llevaba la palma la de Don Ramón de la Cruz. En las cafeterías de la zona se congregaban jovenzuelos bordes, melenudos y mal encarados junto a niñatas pijas y minifalderas que cada dos por tres de forma displicente, pero estudiada, cruzaban las piernas para enseñar las bragas y calentar al personal. Había que ser jilipollas, para soltar una memez de ese alcance y quedarse tan fresco. Se contaba como una gracia de aquellos besugos que dos amiguitos que, al parecer eran un poco ambiguos fueron a probar un deportivo a la acantilado de la Perdiz y en ese paseo comenzó a llover. Iba de la selva tropical, gigantes, elefantes y monos. También aparecían los leones y hasta las moscas, pero de esas rimas ya no me acuerdo.
Yo respeto lo que haga cada individuo con su obra, pero lo que no voy a consentir es que me llamen neanderthal por no apreciarla o no considerarla arte. Preferir serlo a tener cultura es el brete de esta sociedad, así que ni me extraña. Pero pasa vosotros que es arte? Yo no insulto, tampoco opino de diseño, animación o gastronomía porque no tengo ni idea.
Del alcohol, sibaritas de platos de abono cocina y después estoy yo, que me planteo los juguetes que diseñan para que nos metamos por la vagina. Y, por. Bastante placenteros que resulten, los que imitan a la brillantez un nabo no son así bonitos. Esas versiones en.